Incontinencia urinaria, datos que debes conocer.

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina que, de manera regular, se produce al toser o hacer algún tipo de fuerza.

Es un problema muy común en la población y afecta a alrededor del 30% de las mujeres en la edad adulta.

La mayoría de los casos son causados por un debilitamiento de los músculos de la zona pélvica, pero también se puede desarrollar por parto vaginal, el consumo de ciertos medicamentos y las infecciones vaginales.

Ya que sus síntomas son incómodos y embarazosos, se presenta un problema higiénico y psíquica por los que sufren.

Además, debido a las dificultades o la imposibilidad de controlarlo, la mayor parte del tiempo termina teniendo un efecto significativo en la calidad de vida.

Esta condición puede manifestarse en cualquier momento de la vida, aunque es más común después del embarazo y la menopausia.

Teniendo en cuenta que todos puedan sufrir, es conveniente saber alguna información importante acerca de su desarrollo.

1. Puede ser producido por ignorar el impulso de orinar

Soportando la necesidad de orinar durante mucho tiempo es un hábito muy común y está directamente relacionado con la aparición de la incontinencia.

Aunque en un principio no parece generar efectos negativos, con el tiempo se debilita la vejiga y aumenta su presión por encima de la de la uretra.

Esto conduce a la pérdida involuntaria de orina, especialmente cuando se hace ejercicio físico, reír, toser o hacer otra actividad que implica un poco de fuerza.

Muchos expertos dicen que la vejiga se debe vaciar por lo menos cada 4 horas, ya que durante ese tiempo llega a su máxima capacidad de almacenamiento.

2. Es un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico

Una de las razones de esta condición se desarrolla se debe a que muchos olvidan que los músculos del suelo pélvico también deben ejercerse.

Actualmente hay varios tipos de rutinas que, practicadas de forma regular, aumentan la fuerza y el control sobre esta área del cuerpo.

Por otra parte, es esencial tener en cuenta que algunos ejercicios de alto impacto pueden tener efectos negativos para este problema.

Haciendo esfuerzos indebidos al correr, saltar o levantar pesas puede conducir a un estiramiento de las fibras del suelo de la pelvis, por lo que se pierde la capacidad de contracción.

3. Algunos alimentos aumentan el riesgo

El consumo excesivo de algunos alimentos está relacionado con el aumento del riesgo de este problema de salud.

Esto es porque sus compuestos pueden causar irritación en la vejiga, y hacer que se contraiga más a menudo para evacuar el fluido.

También ocurre con la ingesta de bebidas y productos diuréticas que aumentan la producción de orina.

Éstas incluyen:
El café.
El jugo de tomate.
Los cítricos.
El té.
Las bebidas energizantes.
El chocolate.
Los pimientos picantes.
4. Hay varios tipos de incontinencia urinaria

El desarrollo de la incontinencia urinaria permite la diferenciación de varios tipos de la enfermedad.

La que se produce al estornudar, toser o levantar algo pesado que se conoce como “la incontinencia de esfuerzo” y es uno de los más frecuentes.
“La incontinencia de urgencia” es una en la que se produce una liberación repentina de la orina, cuando el paciente menos lo espera, incluso en momentos inoportunos.
También hay una llamada “incontinencia psicógena” que se relaciona a los estímulos externos, tales como el contacto con frío o agua.
Finalmente una variedad llamada “incontinencia neurológico” se distingue.

Se desarrolla en los pacientes con trastornos del sistema nervioso, enfermedad de Alzheimer, Parkinson y lesiones de la médula espinal.

5. Los hombres también pueden tenerlo

La población femenina tiene el mayor riesgo de desarrollar este problema urinario; Sin embargo, eso no significa que los hombres estén exentos de sufrirlo.

Su desarrollo puede ser debido a daño a la vejiga oa ciertas condiciones de la próstata y, de hecho, es común en pacientes estresados o diabéticos.

Visite este artículo: Esto es lo que debe evitar si tiene vejiga hiperactiva

6. Tener varios tratamientos

Aunque no siempre puede controlar completamente este problema, existen algunos tratamientos que ayudan a reducir la recurrencia y los síntomas.

La práctica regular de ejercicios de fortalecimiento, como los ejercicios de Kegel, aumenta la fuerza del suelo pélvico y reduce la fuga involuntaria de orina.
Técnicas tales como el vaciado de la vejiga doble también han dado resultados interesantes en su control.

Los fármacos antimuscarínicos que bloquean las contracciones de la vejiga y los fármacos agonistas alfa-adrenérgicos también sirven para aumentar la fuerza del esfínter.

 

Además de tomar en cuenta los datos anteriores, es esencial saber que esta condición tiene consecuencias sobre la salud emocional, la vida sexual y el entorno social.

Por lo tanto, a pesar de la sospecha de sufrimiento, es esencial buscar ayuda médica para su control.


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