El uso abusivo de los medicamentos para dormir se debe, según los expertos, a una extendida
automedicación. Si uno tiene un problema con el corazón, no le pregunta al vecino
qué medicina se toma, pero cuando no puede dormir, acepta el consejo de todos.
Esto es especialmente grave si se considera que el insomnio va
a menudo ligado a un trastorno mayor: la depresión.
Es una enfermedad que afecta en España a más de cuatro millones
de personas y en la que los trastornos del sueño son uno de los criterios de
diagnóstico. La mayoría de las personas que sufren insomnio crónico al cabo de
un año había desarrollado una depresión. Y viceversa, el 95% de los deprimidos también
tiene insomnio. La estabilización del sueño es precisamente uno de los
indicativos de mejoría en el paciente depresivo. Por eso normalmente al
paciente se le administra un antidepresivo y un hipnótico. Pero todos los medicamentos
de este tipo se han de tomar con todas las precauciones posibles, siempre bajo
prescripción médica y sin prolongar el tratamiento más tiempo del indicado.
A menudo más efectivos que los medicamentos y más inocuos (aunque
no del todo) son los remedios naturales basados en plantas medicinales. En las
herboristerías y las farmacias hay numerosos productos que se basan en las
cualidades tranquilizadoras de plantas como la valeriana, la tila, la amapola, las
flores de azahar y la pasiflora. La mayoría de las plantas puede tomarse como
infusión o en pastillas y gotas que contienen su principio activo. También la
aromaterapia intenta ayudar y, aunque no está demostrado que hagan dormir, las
lociones y esencias de manzanilla o lavanda crean un ambiente más relajante.
El remedio de la abuela de tomarse un vaso de leche caliente
tiene toda su razón de ser. La leche contiene un precursor químico de la
melatonina, que se considera una ayuda natural al sueño. Por cierto, la producción
de melatonina comienza a decaer en la adolescencia, lo que puede explicar que los
niños duerman mejor que los mayores.
El insomnio afecta más cada vez porque hay más problemas
psicológicos derivados de la tensión y la ansiedad.
¿Puede ser que el insomnio sea un problema que afecte más
ahora que antes? Puede ser, afirman todos los expertos. Vivimos en una sociedad
que quiere estar alerta las 24 horas.
Hay muchos trabajos que implican un cambio en los ritmos naturales
del cuerpo humano. Incluso los ritmos de ocio han cambiado.
Según una encuesta reciente de la Universidad Oberta de Catalunya, el siete por ciento de las
personas que navegan por Internet admite que roba horas al sueño para hacerlo…
Hay una especie de creencia generalizada de que dormir es
una pérdida de tiempo. Sise vive en una sociedad que prima la productividad y
la actividad, ¿quién quiere perder ese tiempo que es oro tumbado en un colchón?
¿Sirve para algo dormir?
Contrariamente a lo que muchos querrían oír, dormir sí sirve
para algo. Un estudio del departamento de psiquiatría de la Universidad de
Pennsylvania (Estados Unidos) demostró que aquellas personas que regularmente se
quitan una o dos horas de sueño cada noche están, a largo plazo, tan faltas de descanso
como una persona que ha estado despierta durante 40 horas. El café y otros estimulantes
sólo disfrazan temporalmente los síntomas.